jueves, 7 de enero de 2010

EL DEPORTE EN LA ESCUELA SHIDOKAI

La competricòn es la sangre vital de toda sociedad moderna, empresa o institución con algún grado de éxito.
Sin embargo, lo irónico de las relaciones empresariales, comerciales o sociales, es que cuando la competición sea excesiva, la salud, fuerza y vitalidad decaerán lenta e irremediablemente, y uno de los síntomas más claros de su debilidad es la pérdida de los objetivos iniciales propuestos, que en todos los casos son la “ELEVACIÒN DEL NIVEL DE CALIDAD EN EL MENOR TIEMPO POSIBLE”. El (aspecto) espíritu competitivo es uno de los aspectos mas difíciles en la administración de cualquier actividad o emprendimiento que se debe ADMITIR, y es mucho RECOMENDAR, pero que no se debe nunca abusar. La rivalidad obvia entre distintos competidores, cuando es fuerte, y el afán de ganar es mayor, puede naturalmente llevar a una competencia excesiva y ruinosa, degenerando en procedimientos abusivos entre las distintas partes interesadas, y en actitudes reñidas con la ética y moral establecidas por normas de convivencia social. Pero la competencia en sí misma es sana, ya que a través de ella, cada uno se ve obligado a aplicar el mayor esfuerzo y las mejores técnicas e ideas revolucionarias, redoblando y anudando recursos para no verse derrotado.
En el Karate, antiguamente, era muy sencillo comprobar el estado o grado de perfección alcanzado, o la efectividad de una técnica ideada, aplicándolo prácticamente en un combate real callejero, retando a duelo a algún renombrado o prominente guerrero o buscapleitos. Hoy, ese camino resulta imposible, dado el avance social e intelectual; pero existe la posibilidad, en donde se puede volcar el espíritu competitivo para los que le animan el sentido deportivo y ganas de comprobar en la forma más rápida posible, es la participación de los TORNEOS, inventados en el mundo moderno.
Pero adviértase que el Karate-Do, no se debe subordinar tras el objetivo de practicar o ganar un torneo. Ese no es el objetivo del Karate-Do Shidokai, ni de ningún arte japonés.
Las competencias y los torneos, en el Karate-Do, deben servir como un elemento más, como cualquier otra actividad complementaria de ayuda para el perfeccionamiento y afianzamiento moral y espiritual del ser humano. Cumplido ese objetivo, debe dejarse de lado en pos de metas muchos más elevadas.
Es evidente y muy frecuente, que habrá muchos más que pisarán la senda del Karate, atraídos sólo para practicar en torneos, y es inevitable, ya que tiene sus ideales y aspiraciones acorde a su entorno, pero como Arte Marcial que es el Karate-Do Shidokai, no debe quedarse sólo en eso.